viernes, 11 de abril de 2008

acerca de las Navidades...



La Navidad es un tiempo propicio para estrechar manos y corazones. Se ofrece y entrega amor, amistad y paz a los que te rodean. En algunos, esta fecha produce cierta magia generada por los abrazos de los niños, felicitaciones de extraños o actos de cordialidad inesperados. Y por ello las recuerdan con cariño y muchos las llevan en el corazón durante todo el año... y por toda la vida.

Al repecto Andrea nos cuenta... "Las navidades donde la Abuelita Ema erán increíbles. Se mueren. El árbol de pascua, nunca he vuelto a ver uno tan grande y con tantos tantos adornos tan increíbles. Los juguetes debajo del arbol eran preciosos. Solo estábamos Emita y yo en ese tiempo -(ella es mas vieja que yo)-.

Una navidad, la abuelita teníaa una muñeca y una máquina de coser. Por supuesto que yo quise la muñeca, pero horror!! ...era para la Emita. ¡¡La odie!! Quería tirarle la máquina de coser por la cabeza y matarla. Me costó mucho dejar de odiarla."

Por su parte la Emi recuerda... "La verdad es que efectivamente ir a la casa en Retiro era siempre una experiencia maravillosa, sobretodo cuando el viejo pascuero traia muñecas, ...ja, ja, ja!!!

Si, el arbolito era precioso! Con muchos adornos alemanes que creo mandaba el tio Queco desde Punta Arenas. También recuerdo una Navidad en la que la Tia Betty me regaló una muñequita negra, vestida con plumas naranjas, africanas. Le puse Lulú y todavia la tengo."

Yo, he aprendido de a poco a apreciar más la navidad -tranca de cabro chico que algún día les contaré- pero los recuerdos de Avenida Retiro son de encontrarme con grandes reuniones, llenos de gente y regalos para todos.

Esta foto es del año 69, la primera navidad que pasamos todos juntos como familia, lamentablemente no aparece el árbol, pero aparecen los abuelos y la tía Betty.

1 comentario:

Unknown dijo...

Esta foto me hace pensar mucho en la tía Betty, bien gringa, super cariñosa y exhuberante. Recuerdo que siempre que los Etcheverry Arentsen llegaban de visita era todo un evento y celebración, en ese entonces Punta Arenas era un lugar al otro lado del planeta...tan re-lejos...Veo la foto del matrimonio del tío Queco y tía Betty en el velador de la abuelita, y yo la miraba por horas examinando cada detalle, porque así quería verme yo cuando me casara, como una modelo en la revista "Vanidades"!!! Mi querida tía Betty esta siempre conmigo...